Un día nos damos cuenta que tenemos la casa revuelta, un caos,
no tiene orden, no es armoniosa, no nos sentimos a gusto,
necesitamos que alguien nos guíe, que nos aconseje…
Vamos acumulando objetos a lo largo de nuestra vida, forman parte
de ella, queremos conservarlos pero… ¿queremos conservarlos por
lo que nos supuso conseguirlos?, ¿por lo que significan
emocionalmente?, ¿porque ellos reflejan nuestro estatus?
Ese objeto que antes te parecía imprescindible, que formaba parte
de ti, hoy, por alguna razón, no sabes dónde colocarlo, quizás te
sobra, pero te cuesta deshacerte de él; un día te sirvió, hace mucho
tiempo que no lo usas pero… ¿cómo te vas a deshacer de él?, ¿y si
un día te hace falta?
Acumulamos, ocupamos espacios e impedimos que nuevas cosas
entren a nuestra vida. Sabemos que “eso” ya no nos gusta, que no
sintonizamos con “eso”, que no tienen sentido que sigan ocupando
un lugar, pero nos resistimos a tirarlo; hay otras cosas que forman parte
de ti, de tu vida, de tu historia, pero no sabes ni dónde ni cómo
colocarlas.
Pedimos ayuda, necesitamos que alguien nos oriente, que nos haga
reflexionar sobre qué debemos tirar y qué debemos guardar; no
debería entrar a tener en cuenta el valor crematístico que tiene, ni lo
que luchamos por conseguirlo, se trata del significado que tiene
para nosotros. Hay objetos que forman parte de ti pero los
arrinconas, no son especialmente decorativos, ni están en la
vanguardia de la moda; parece que te avergüenza que formen parte
de ti, de tu historia, los tienes en el cajón, están allí escondidos…
Ahí entramos nosotros…”los interioristas”, lo cuestionamos todo,
queremos la perfección, valoramos todo, la luz, el color, el espacio,
hacemos de tu casa nuestra casa o la casa que sea digna de ser
valorada por cualquier persona que entre en ella, pero… ¿es en
realidad NUESTRA CASA?, ¿o es la casa que vamos remodelando
para que le guste al otro, a los otros?
Tu casa es tuya, sólo tuya, desordenada, sin saber muy bien
dónde colocar cada objeto. Un buen interiorista te ayudará a
recolocar tus cosas, tus recuerdos, te ayudará a poner orden, a
embellecer lo que tenías guardado en el cajón y a ponerlo en un
lugar de honor, que siga siendo parte de tu historia, y hará de eso
que tu creías irrecuperable algo de gran valor y belleza…